La eyaculación precoz es una disfunción que puede tener consecuencias devastadoras en la vida sexual de los individuos, su relación de pareja y su autoestima. Frecuentemente el eyaculador precoz se siente culpable por su insatisfacción sexual y se convierte en presa de una gran inseguridad y tristeza por no saber cómo enfrentar el problema.
La mayoría de los hombres considera que cumplir con las necesidades de su pareja es el factor más importante en la satisfacción sexual y por tal motivo, le teme al fracaso, al abandono y a la infidelidad por no complacerla. Mientras que, para la mujer, no alcanzar el placer sexual en los encuentros íntimos, puede constituir un problema y algunas de ellas lo convierten en un gran conflicto.
En nuestra sociedad la mujer está muy centrada en la gratificación sexual compartida. Sin embargo, una precipitación en la eyaculación deja a la fémina con altos niveles de excitación y a medio camino de alcanzar placer a través de la consecución del orgasmo. Esto trae como consecuencia que la mujer tome una actitud de rebeldía, resignándose a inhibirse del disfrute, sin considerar que esto puede agravar el problema.
El papel que juega la mujer en la relación es fundamental para solucionar esta disfunción, mientras esté dispuesta a comprender y apoyar al hombre. Si existe amor verdadero, la comunicación y la paciencia son armas que pueden garantizar el éxito del tratamiento de la enfermedad.
Hoy en día, el hombre debe tener claro que si padece de esta condición, debe enfrentarla del modo más adecuado y conversar con su pareja. La mujer debe colaborar con ternura y no precipitarse ante un caso de eyaculador precoz, ya que generalmente, la fémina actúa con insultos y hostiga al hombre perdiendo la paciencia y descalificando su intimidad.
Por esta razón, es recomendable consultar con profesionales de la salud especializados y capacitados para que le orienten en su diagnóstico y debido tratamiento, el cual es altamente efectivo si se adopta un modelo integral en donde la mujer participe activamente motivando a su pareja.
Fuente: Campaña Educativa de Janssen - Cilag
Una fractura puede ser fácil de tratar si ocurre durante la juventud, en el mejor de los casos la curación tomaría sólo unas semanas. Por el contrario, cuando estos problemas óseos se presentan en personas de edad avanzada, la situación puede agravarse, debido a que la capacidad de absorción de calcio disminuye y el proceso de recuperación es mucho más lento, afectando la movilidad y calidad de vida de la persona afectada.
Existe una amplia gama de opciones terapéuticas orientadas a prevenir fracturas en personas de edad avanzada. El grupo con mayor riesgo de presentar este tipo de lesiones lo comprenden las mujeres postmenopáusicas, debido a que la disminución en la producción de estrógeno altera el metabolismo del hueso y ocasiona debilidad en los mismos.
Al respecto, la doctora Ytzel Pérez Angulo, internista y especialista en metabolismo mineral óseo, dijo que “aproximadamente, 50% de las mujeres postmenopáusicas que han sufrido fracturas, no han recibido tratamiento preventivo. Lo primero que se debe hacer, antes de indicar cualquier medicación, es evaluar la condición del paciente y su índice de riesgo, esto nos permitirá individualizar la terapia farmacológica y seleccionar el medicamento adecuado según sea el caso”.
La doctora Pérez, quien también es profesora de clínica médica en la Universidad de Carabobo, comentó que recientemente un grupo científico de la Organización Mundial de la Salud, desarrolló un algoritmo denominado FRAX, que calcula el riesgo de fractura con una antelación de 10 años.
Este sistema toma en cuenta diversos factores de riesgo, tales como: edad, género, densidad mineral ósea del cuello femoral, índice de masa corporal, historias previas de lesiones de esta clase, tabaquismo, ingesta alcohólica, uso de glucocorticoides, osteoporosis secundaria, artritis reumatoidea e historia familiar de fractura de cadera en padres.
“Estos datos permiten determinar mejor un tratamiento específico e individual para cada paciente, según su riesgo de fractura, además de predecir quien tiene más riesgo de presentar esta clase de lesión. De esta manera, se pueden establecer tratamientos más agresivos para disminuir esa posibilidad”, dijo la especialista, quien a su vez destacó que 60% de las personas que reciben tratamiento con bifosfonatos orales de uso semanal y 80% de quienes usan dicho medicamento diariamente, abandonan el tratamiento durante el primer año.
“Entre la gama de alternativas farmacológicas disponibles está el ácido zolendrónico de 5 miligramos, que se destaca por la comodidad de su administración”, agregó.
“El ácido zoledrónico de 5 miligramos tiene la ventaja de ser un medicamento de administración anual endovenosa, lo cual facilita enormemente la adherencia al tratamiento. Además, permite una reducción sustancial del riesgo de fractura, tanto vertebral como de cadera; de esta forma, mejoramos la calidad de vida del paciente. Esto es lo más importante”, concluyó la doctora Pérez.
Plena eficacia
Mientras que los antiguos bisfosfonatos destruían las células óseas y tenían un mecanismo de acción muy agresivo, los nuevos bisfosfonatos, como el ácido zoledrónico de 5 miligramos, mantienen la fisiología ósea normal y facilitan la renovación de hueso.
Horizonte seguro
El estudio Horizon fue una investigación multicéntrica y aleatoria que evaluó la eficacia y seguridad del ácido zolendrónico de 5 miligramos en el tratamiento de pacientes con osteoporosis. En dicho análisis participaron más de 7.700 mujeres, con edades comprendidas entre 65 y 89 años, provenientes de 27 países.
Los resultados mostraron que el ácido zoledrónico de 5 miligramos redujo la frecuencia de fracturas en columna y fracturas no vertebrales, también logró una reducción de 70% en las vertebrales. Asimismo, el riesgo de fracturas de cadera disminuyó en 41%.
Fuente:
Comstat Rowland Comunicaciones Estratégicas