Muchas personas tienen la idea que la higiene bucal se limita solamente a cepillarse. Esta creencia, es totalmente falsa puesto que los dientes, las zonas duras, apenas ocupan un cuarto de la totalidad de la boca y el resto lo conforman la lengua y las encías, denominadas zonas blandas.
Para tener una buena salud bucal, no basta sólo con cepillar los dientes, es necesario que el individuo tenga como habito una rutina de limpieza, que le garantice una verdadera higiene bucal y para ello es fundamental realizar tres pasos.
Paso 1. El Cepillado Dental: Es el hábito cotidiano en la higiene bucal de una persona. Se considera que esta actividad es necesaria y debe realizarse a diario, ya que los microorganismos que conforman la placa, comienzan a colonizar la superficie dentaria a sólo unos minutos de haber realizado el cepillado, esta situación se empeora con las comidas. Es por ello, que el cepillado se considera necesario para la eliminación de la placa dental, la cual está íntimamente ligada a la caries y a las enfermedades periodontales como la gingivitis.
Se considera un aspecto importante, que el cepillo llegue a todas las superficies dentarias. Como características, el cepillo debe tener un tamaño adecuado a la boca de cada persona y cerdas en buen estado. Se estima que el tiempo de vida promedio de un cepillo dental es de tres meses, sin embargo esto es muy variable, en el momento en que se detecte que las cerdas comienzan a doblarse hacia los lados, hay que cambiar el cepillo, ya que esto podría dañar las encías además, cuando esto ocurre el cepillo pierde su función de limpieza.
También, es importante realizar el cepillado de la lengua, ya que ésta acumula una gran cantidad de microorganismos que pueden acelerar la colonización de la superficie dentaria.
Paso 2. Hilo Dental: La función del hilo dental es limpiar los restos de alimentos y eliminar la placa dental en el espacio interproximal, es decir, entre dientes contiguos. El hilo dental al atravesar el punto de contacto entre dos dientes, debe ser friccionado vigorosamente contra las caras laterales de los mismos, para luego retirarlo nuevamente del punto del contacto. Esto previene la formación de cálculo y otras lesiones, que no se ven a simple vista y por lo tanto se diagnostican frecuentemente en fases tardías.
Paso 3. Enjuague Bucal: El uso de antisépticos como coadyuvantes de la higiene bucal es una herramienta, que complementa la limpieza de la boca, aunque el cepillado pueda realizarse con la técnica correcta y se considere efectivo, existen zonas de la boca donde no pueden llegar las cerdas del cepillo, de tal modo que sólo pueden ser abordadas con el uso del enjuague bucal y el hilo dental.
Es importante tener en cuenta que los dientes representan solo el 25% de la superficie total de la cavidad bucal y el otro 75% lo conforman las encías, lengua, carrillo y paladar. Ahí, también se acumulan las bacterias de la placa y sólo el uso de un enjuague bucal eficaz puede eliminarlas.
Por tal razón, se recomienda el uso diario y continuo de enjuagues bucales a base de aceites esenciales, que tienen estudios clínicos que avalan su eficacia ante la eliminación y destrucción de las bacterias presentes en la cavidad bucal. El uso de 20 ml, 2 veces al día, por 30 seg, es suficiente para eliminar los agentes patógenos que dan origen a las enfermedades Periodontales.
A fin de tener una verdadera protección contra la caries y demás enfermedades periodontales, es importante complementar estos hábitos de higiene bucal, con una dieta rica en vegetales, fibras y baja en carbohidratos refinados. Además, tener periódicamente un control odontológico (mínimo dos veces al año).
No basta con cepillarse los dientes
Publicado por
Mairim Gómez Cañas
miércoles, 3 de febrero de 2010
Fuente:
BrandCom
Johnson&Johnson
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