Cambie la iluminación y mejore su salud. Esta es la estrategia que investigadores de las facultades de enfermería Frances Payne Bolton y de medicina de la Universidad Case Western Reserve, junto con el Centro de Investigación en Geriatría (GRECC) del Centro Médico Louis Stokes de la ciudad de Cleveland, el Centro de Investigación en Iluminación del Instituto Politécnico Rensselaer y GE Consumer & Industrial han comenzado a implementar dentro de un centro de cuidados a largo plazo, en el que la luz natural, cuyos beneficios a la salud han sido comprobados, no está disponible de manera continua para los pacientes.
Los investigadores sustituyeron los equipos de iluminación fluorescente estándar por nuevos prototipos de lámparas de luz azul-blanca desarrollados por científicos de GE en los laboratorios de la compañía en Nela Park.
Los miembros del equipo de investigación deseaban comprobar la hipótesis de que la exposición a la luz azul, al igual que A la luz solar, puede ayudar a regular el ritmo de sueño-vigilia, el cual constituye un patrón de conducta relacionado al ciclo bioquímico circadiano de la melatonina. El que las personas estén despiertas o somnolientas depende de los niveles de esta hormona presentes en el organismo.
Los investigadores buscaban regular el ciclo de sueño-vigilia mediante el control de la exposición de los pacientes a la luz azul-blanca (vigilia) y amarilla-blanca (sueño). Al aumentar la exposición a la luz azul-blanca durante el día y a la luz amarilla-blanca en la tarde, los investigadores esperaban ayudar a los pacientes a regular sus ciclos, de manera que se encontraran más despiertos durante el día y tuvieran un mejor sueño en las noches.
Patricia Higgins, profesora asociada de la Escuela de Enfermería Bolton y una de las líderes de la investigación, afirma que este proyecto puede ser especialmente benéfico para las personas que sufren demencia senil.
En un estudio piloto conducido recientemente con cinco pacientes varones, todos ellos aquejados por demencia senil y residentes de un centro de atención a largo plazo, los investigadores instalaron las luces azul-blancas en una habitación utilizada por los pacientes como comedor y salón de actividades diurnas.
“Nuestra intención era observar si la iluminación podía afectar los ritmos de sueño y vigilia de los participantes”, asegura Higgins. “Y aunque el grupo es reducido, los resultados son prometedores en lo referente a elevar los niveles de actividad durante el día, así como a aumentar el nivel de sueño en las noches”.
Los investigadores planean realizar un estudio más amplio entre los residentes con demencia senil de dos centros de atención a largo plazo de Ohio. Este estudio incluye también a pacientes del sexo femenino, para constatar si la iluminación impacta de manera diferenciada a ambos géneros. Un inesperado efecto colateral del estudio es que, una vez habituados a la nueva luz azul-blanca, la mayoría de los empleados dijo preferir las nuevas condiciones de iluminación.
Desde hace ya varias décadas, se sabe que la luz afecta lo que las personas sienten. Los individuos particularmente sensibles a los cambios en la luz se han beneficiado del aumento en el brillo de las fuentes lumínicas. En opinión de los investigadores, la nueva iluminación utilizada en esta prueba cambia el color sin deslumbrar a los pacientes con un brillo excesivo.
“No tiene caso malgastar luz, si podemos ajustarla al color correcto y maximizar así su cantidad útil”, asegura Mariana Figueiro, profesora asistente y directora de programa en el Centro de Investigación en Iluminación del Instituto Rensselaer. “La luz es un buen estímulo para el sistema circadiano, mismo que regula nuestro ciclo de sueño y vigilia”, dice Thomas Hornick, director asociado del GRECC y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve. Afirma que es sabido que ciertos medicamentos resultan mucho más eficaces al administrarse dentro de los lapsos apropiados del ciclo circadiano.
A fin de conformar una alternativa de intervención segura y no farmacológica, los investigadores también esperan aplicar la información obtenida en este estudio como fundamento para la sustitución de la iluminación en hospitales donde los pacientes alcanzan una más rápida recuperación, o una mejor calidad de vida, con una buena cantidad de descanso durante la noche.
“Somos innovadores de corazón,” dice Mark Duffy, gerente de ingeniería y sistemas tecnológicos de GE Consumer & Industrial. “Nuestra meta al emprender esta colaboración era llevar la misma pasión e inventiva que ponemos al servicio de cada necesidad o aplicación de nuestros clientes a un proyecto que tiene implicaciones para toda la sociedad. Estamos muy orgullosos de ser parte de este esfuerzo”.
Finalmente, si el cambiar la iluminación sirve para mejorar la salud, los investigadores planean lo que sería el siguiente paso natural: tratar de influir en las políticas públicas a fin de incluir nuevos estándares de iluminación en hospitales, clínicas y centros de atención a pacientes.
La Universidad Case Western Reserve se encuentra entre la vanguardia de las instituciones de investigación de los Estados Unidos. Fundada en 1826 y conformada por la fusión del Instituto Tecnológico Case con la Universidad Western Reserve, Case Western Reserve se distingue por su excelencia en educación, investigación, servicio y aprendizaje por experiencia. Localizada en Cleveland, Ohio, Case Western Reserve ofrece programas educativos reconocidos a nivel nacional en Artes y Ciencias, Medicina Dental, Ingeniería, Derecho, Administración, Medicina, Enfermería y Trabajo Social. Su dirección en Internet es http://www.case.edu/.
El Centro Médico Louis Stokes de Cleveland da servicio a 100 mil veteranos de guerra en todo Ohio, a través de dos centros médicos y trece clínicas externas basadas en comunidades específicas. Constituye uno de los hospitales del sistema de atención a veteranos más eficientes en costos y posee siete centros clínicos de excelencia en lo referente a cirugía de corazón abierto, abuso de sustancias, atención a enfermedades mentales, atención a pacientes sin hogar, evaluación geriátrica y atención a pacientes con daño en la médula espinal, así como dos centros de investigación de excelencia.
El Centro de Investigación en Iluminación (LRC) es parte del Instituto Politécnico Rensselaer de Troy, en el Estado de Nueva York, y constituye un centro de investigación líder en su campo. El LRC ofrece el mejor programa académico en iluminación a nivel mundial, incluyendo programas de maestría de uno y dos años, así como un programa de doctorado. Desde 1988, el LRC ha consolidado su reputación internacional como una fuente confiable de información objetiva acerca de nuevas tecnologías, aplicaciones y productos de iluminación. El LRC también brinda programas de capacitación para agencias gubernamentales, contratistas, diseñadores y otros profesionales de la iluminación. Para mayor información, visite el sitio web http://www.lrc.rpi.edu/.
Una nueva luz para los pacientes con demencia senil
Publicado por
Mairim Gómez Cañas
miércoles, 3 de junio de 2009
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